Sadiel y Zady parecen tener energía inagotable. Llegamos a su puerta temprano en la mañana y ya están en el trabajo sirviendo a su comunidad. Sadiel está en camino a reparar las gomas de las bicicletas que están ponchadas. Sin ellas es difícil visitar a las personas en su comunidad. Zady está en camino a hacer algunas diligencias a pie. Ella va a visitar a algunas personas que sabe podrían usar algunos de los medicamentos donados que trajimos.
Por la tarde, nos envía un mensaje de que sus tiras reactivas funcionan en los medidores de glucosa que trajimos y que una niña ahora puede probar su nivel de glucosa utilizando uno de los medidores. Un problema más resuelto. Ya sea comida para los ancianos en un hogar de ancianos, ayuda a una madre con un niño discapacitado, ministrar a las familias de pescadores en un pueblo cercano, compartir su cena con alguien que llamó a su puerta a la hora de cenar o compartir el Evangelio: no paran.