Manos Compasivas es el nombre del ministerio de la iglesia en Barrio África que se une a las personas para compartir su carga en medio de situaciones que son más de lo que pueden soportar. Eso es lo que hace Idalme. Ella es parte de Manos Compasivas y está llena de gozo y energía.
Una de las personas que Idalme visita es Gloria, una mujer de unos 50 años. Gloria, como muchas personas en Cuba, tiene presión arterial alta y diabetes. Ella es la cuida de su esposo Ignacio, quien recientemente tuvo un infarto y de su hermana Iris, que está discapacitada después de que la mayor parte de su cuerpo fue quemado en un incendio hace muchos años. A este hogar donde el dolor y el desánimo pueden apoderarse, Idalme trae alegría, amor y amistad junto con alimentos y medicamentos. Ella está ahí para ellos en su necesidad.
Henri Nouwen escribió: “La compasión nos pide que vayamos a donde duele, que entremos en los lugares de dolor, que compartamos el quebrantamiento, el miedo, la confusión y la angustia. La compasión nos reta a gritar con los que sufren, a llorar a los que están solos, a llorar con los que lloran ”.
E Idalme es un ejemplo vivo de lo que es la compasión.