Mayajigua es nuestra primera parada. Viajamos a la provincia de Santis Spiritus a través de caminos bien pavimentados a caminos de tierra que conducen a las afueras del pueblo. Allí nos encontramos con Aldeladse, quien ministra a las personas en esa área. Él va caminando a los nueve asentamientos a los cuales ministra. Dos de ellos son casi impenetrables—8 kilometros de distancia por caminos montañosos donde piedras se despegan del camino. Pero nosotros no vamos a las montañas. Nos unimos a él en su viaje a los asentamientos cercanos para conocer a algunas de las personas que viven ahí.
Visitamos a la muchacha que dirige la música de adoración aunque ella es ciega; a hermosos niños que les gusta divertirse como todos los niños y sus madres quienes los ayudan valientemente en sus batallas con diabetes y discapacidades. Conocemos a Yoerbi quien tiene un espirito indomable y gran gozo en su corazón no obstante haber perdió ambas piernas; y a una familia que mantiene su fe en medio de la pérdida de salud y trabajo cuidando de su hermosa hija que tiene autismo..
Trajimos un filtro de agua para proporcionar agua potable limpia a la comunidad. No es un filtro elegante y requiere algo de trabajo y mantenimiento. Pero Aldeladse está dispuesto a asumirlo y proporcionar agua potable limpia para las necesidades físicas de la comunidad, tanto como el agua viva de Jesús para su espíritu.
“Y si le dan siquiera un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores más insignificantes, les aseguro que recibirán una recompensa”. Mateo 10:42